Si nos remitimos a la terminología original, hemos estado llamando mal a este cuello toda la vida. El nombre correcto sería Cuello Mandarín, el mismo que los chinos lucían en sus trajes durante la época de la China Imperial.
Principalmente se caracteriza por ser una pieza corta, cortada a contrahilo (para que no ceda y se deforme), abierta,…
FUENTE: revistagq.com