Consejos en torno a la corbata
La corbata es el accesorio que distingue a todo hombre, pero también el que requiere los mayores cuidados para poder cumplir con su objetivo. Mientras más se use, y más se anude una corbata, más sufren, se desgastan y arrugan sus fibras. Por eso es fundamental, tratar de protegerlas lo máximo posible.
Cómo evitar que una corbata se arrugue
La arruga es el signo universal del envejecimiento, y las corbatas no son la excepción a la regla. Mientras más a menudo es anudada, más agresiones deberá soportar y absorber, de modo que debes hacer todo lo posible por protegerla de las arrugas.
Lo primero que no se debe olvidar, es que no es conveniente utilizar la misma corbata durante dos días seguidos, ya que esta necesita tiempo para recuperar su forma y que desaparezcan las arrugas, para volver a lucir su elegancia natural.
Además, apenas nos quitemos la corbata, se debe guardar en su respectivo lugar y no dejarla tirada sobre la cama o silla. El colgarla de manera correcta, permite que la marca y arrugas del nudo desaparezcan con mayor rapidez. Bajo ninguna excusa se debe guardar la corbata con el nudo hecho, siempre se deben deshacer y alisar el tejido antes de guardarla. El camino más fácil, es tirar de la parte más fina a través del nudo, pero no es para nada la más correcta, de esta forma solo se consigue que la corbata se vaya deformando, arrugando y arruinando su tejido. La forma correcta de deshacer el nudo es aflojar la corbata, quitársela por encima de la cabeza y luego deshacer el nudo completamente siguiendo los pasos contrarios o inversos a los que realizo al hacer el nudo.
Esto puede sonar extraño, pero incluso más importante que la forma en que usas una corbata es la forma en que la guardas, lo ideal sería hacerlo de forma estirada con su funda correspondiente y doblada solamente por la mitad en un cajón o en una caja alargada, de manera que únicamente tuviera un solo doblez. Si no dispones de esta posibilidad, se puede recurrir a la percha de corbatas -o corbatero-, donde colgar tus corbatas de forma estirada, aunque es recomendable que dispongas de una bolsa o una funda para evitar el polvo y otras posibles manchas. También existen cajas especiales destinadas al almacenaje de las corbatas, donde se guardan enrolladas y no se le hacen arrugas. Las corbatas de punto o hilo siempre han de colocarse en posición horizontal para que no pierdan su forma.
Si se trata de un viaje, la mejor opción es un porta-corbatas, diseñados especialmente para transportarlas de forma plana y segura, otra opción es una pequeña caja alargada que te permita transportar varias corbatas lo menos dobladas posible. La opción más recurrida es trasportarla dentro de la maleta, un buen método consiste en enrollar la corbata alrededor de la mano, sin apretarla demasiado y luego guardarla en un rincón de la maleta en el que no se aplaste excesivamente, o introducirla dentro del cuello de una camisa o incluso dentro de un zapato.
Como eliminar las arrugas de una corbata
Si a pesar de todos los cuidados la corbata presenta algunas arrugas, con estos sencillos consejos podrás hacerlas desaparecer.
Enrolla la corbata alrededor de tu dedo sin apretarla demasiado, retírala del dedo y déjela en esa posición -enrollada- toda la noche, generalmente las arrugas habrán desaparecido al día siguiente. También lo puedes hacer enrollando la corbata -empezando por la pala estrecha- en el rollito de cartón del papel higiénico o cualquier objeto de forma cilíndrica.
Un buen aliado para hacer desaparecer las arrugas de tu corbata es el vapor. El truco más sencillo y eficaz es colgar la corbata dentro del baño mientras te das una ducha, el vapor del agua hará su trabajo. Con la humedad del vapor la entretela de la corbata recupera su forma y textura original.
Para las arrugas y los pliegues más profundos, usa una plancha de vapor manual, extiende la corbata sobre una toalla limpia y recorre la zona de las arrugas con la plancha un poco elevada, es decir sin tocar la tela de la corbata, solamente aplicándola el vapor de la plancha. Si en algún momento fuera necesario planchar la corbata, pon una prenda limpia de algodón entre la seda y la plancha y evita planchar los bordes de la corbata.
Como limpiar manchas en las corbatas
Probablemente el mayor enemigo de nuestra corbata sean las manchas, en realidad, la única forma de mantener las corbatas impecables, es evitando que se manchen, aunque esto muchas veces está totalmente fuera de nuestro alcance. El máximo riesgo se registra principalmente en comidas y cenas fuera de casa; el remedio es no llevar, entonces, una corbata particularmente estimada. La alternativa más sencilla es llevar una corbata que no estimes demasiado a esas comidas, cenas o eventos en que preveas posibilidad de mancharte.
Evidentemente y por la misma razón, para evitar engrasar el área del nudo de la corbata, éste debe hacerse con las manos impolutas, escrupulosamente limpias.
Pudiera parecer que una mancha es una cuestión menor, que se resuelve con mandar la corbata a una tintorería acreditada. No es así; tras el paso por dicho establecimiento, la corbata quedará inmaculada, pero también arruinada; sus bordes semicilíndricos y gruesos dejarán paso, tras el planchado, a una arista rectilínea, la corbata habrá perdido su textura, caída y elegancia.
Llegado el problema, es preferible una limpieza localizada y artesana. En estos casos, deberás actuar con celeridad. Inmediatamente humedece la mancha con agua fría para evitar que ésta se asiente en las fibras de la tela.
Para las manchas de grasa o aceitosas, el agua no funcionará bien. En cambio, aplica talco sobre la mancha tan pronto como sea posible, el talco absorberá la humedad grasosa de la tela.
Otra buena opción es aplicar sal de mesa sobre el área de la mancha, esto facilitará su eliminación posterior.
Recuerda siempre que no debes lavar jamás una corbata de seda con jabones o detergentes, porque perdería el brillo natural de la misma. Tampoco debes frotar la mancha lo que conseguirías es extenderla.
La mejor solución es limpiar la mancha manualmente y con mucha delicadeza con un cepillo de dientes, y con una mezcla de agua un poquito de detergente para ropa delicada y un chorrito de vinagre blanco -para no dañar los colores de la seda-. Mojas el cepillo ligeramente con la mezcla y frotas con delicadeza la mancha, después lo dejas secar, por supuesto no tendida al sol.
Cuando ninguno de estos remedios funcione, no debes perder todas las esperanzas. Para salvar tu corbata favorita, existe un último esfuerzo que puedes intentar: un servicio de limpieza de corbatas. Existen modistos artesanos que podrán desarmar la corbata, limpiar la mancha de la tela, y volver a ensamblarla.