En el fondo de armario de cualquier hombre elegante no puede faltar un accesorio imprescindible, una corbata. Sin embargo, su mera presencia no basta, pues debe haber sido tratada correctamente y contar con un aspecto impecable. ¿No sabes cómo hacerlo? No te preocupes, en este post te daremos unos consejos muy útiles que te servirán para dicha tarea. ¡Mima tu ropa como se merece!
Los mejores tips para alargar la vida de tus corbatas
Como estarás pensando, no hay que deducir mucho para tener clara cuál es la mejor forma de cuidar tus corbatas. Efectivamente, evitar que se manchen. Es una tarea que no se puede controlar si no la llevas puesta directamente con su envoltorio.
Un consejo práctico para prevenir cualquier tipo de incidencia desafortunada es utilizar pisacorbatas. Este accesorio la mantendrá sujeta impidiendo que vuele directamente a la taza del café, por ejemplo.
Aun así, esta prenda estará expuesta continuamente a elementos externos imposibles de controlar, motivo por el que te traemos una serie de tips una vez que ya hayas manchado por accidente tu corbata:
Si la mancha proviene de algún alimento, tienes que actuar rápidamente. Echa un poco de agua fría encima con el fin de evitar que la comida quede incrustada en el tejido. Sin embargo,
si la salpicadura es de grasa y tienes a mano un poco de talco, vierte cierta cantidad para que el propio producto la absorba.
No obstante, puede que te encuentres fuera de casa por motivos profesionales y tengas que aprovecharte de los elementos que te rodean. Una solución eficiente en caso de ubicarte en un restaurante es la sal. Después dale con una esponja, jabón y un poco de agua no muy caliente y frota suavemente hasta quitar el resto. Solo tendrás que colgarla, sin que le dé el sol, y esperar para volver a ponértela.
Si tu corbata es de seda no podrás seguir estos pasos, ya que el tejido no tolera bien el agua (y menos cuando está caliente). Lo aconsejable cuando hablamos de este material es un tratamiento exclusivamente en seco. Respecto a las corbatas de algodón, éstas encogen con el uso de agua caliente. Por lo tanto debes emplear una temperatura fría junto a
un detergente suave para no perder color. Eso sí, no debes colgarla una vez lavada, pues se deformaría. Solo hace falta que la extiendas encima de una toalla y en una superficie plana.
¿Cómo mantener tu corbata como el primer día?
Si lo que te preocupan son las arrugas, el primer paso es no usar la misma prenda dos días seguidos. Al igual que los zapatos, una corbata necesita tiempo para recuperar su forma. En lo que respecta a su almacenaje, colgarla de forma adecuada posibilita la desaparición de las arrugas del nudo. Además, mantenerla
dentro de tu guardarropa protegerá el brillo de la tela, que fácilmente puede dañarse debido a la luz natural. ¡Invierte en corbateros para conseguir una mayor durabilidad!
¿Te das cuenta? Una corbata no es solo una prenda especial por su toque de distinción y elegancia, sino por los cuidados específicos que debes tener en cuenta. Solo tienes que seguir nuestros consejos y conseguirás los mejores resultados.