A veces está bien preguntarse de dónde vienen las cosas. De esta forma, comprendemos mejor todo lo que nos rodea, desde su aparición hasta su uso actual. Dentro del vestuario masculino y femenino, podríamos destacar numerosas prendas y complementos. No obstante, en el post de hoy queremos hablarte del origen de la corbata. ¿Quieres descubrir por qué la empleamos en nuestros looks? ¡Sigue leyendo y aprende más sobre esta maravilla textil!
Los orígenes de la corbata, retrocedemos cuatro siglos
¿Alguna vez te has preguntado por qué utilizamos corbata? ¿Sabes si su uso y forma ha sufrido una transformación a lo largo de los años? A pesar de contar con un uso completamente decorativo, deberías saber que se trata de
un complemento cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.
Fue en Francia, durante la guerra de los Treinta Años, cuando los especialistas señalan el nacimiento de la corbata. Y es que el rey Luis XIII contrató mercenarios croatas que empleaban
un trozo de tela alrededor de su cuello para completar su uniforme de batalla. En un principio, esta prenda sí cumplía una función, atar la parte superior de sus chaquetas.
No obstante,
fue su valor decorativo lo que llamó la atención del rey Luis, quien instauró estos lazos como un accesorio obligatorio para las reuniones reales con el fin de honrar a los soldados croatas. Fue en aquel momento cuando recibió el nombre de “La Cravate”, el nombre de corbata en francés.
La evolución de la corbata
Tal y como puedes imaginar, las corbatas diseñadas por la Corte del rey Luis tenían poco que ver con los diseños que conocemos hoy en día. No obstante, fue
un estilo muy popular durante más de 200 años en toda Europa. Eso sí, la corbata que podemos encontrar en cualquier tienda actualmente no apareció hasta los años 20, aunque han sido muchos los cambios sufridos durante estos años.
Gracias a Jessie Langsdorf, que inventó una nueva manera de cortar la tela, la sociedad contó con
diferentes diseños que permitían la creación de numerosos nudos de corbata. Por ello, se convirtieron en todo un accesorio predominante para los hombres de la época. Ya no era de uso exclusivo añadirlas en noches de gala, sino que podían tener usos más rutinarios.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, la sensación de liberación influyó en numerosos sectores, como es el caso de la moda. Por ello, surgieron
nuevos diseños más llamativos gracias a sus colores y patrones. A partir de ahí, podemos apreciar la aparición de la corbata estrecha, la Kipper, de bolo…
En la actualidad,
las corbatas más empleadas son las más estrechas. Los diseñadores europeos se encargaron de reducir el ancho hasta que este diseño ha resurgido como una opción tan popular como elegante. Sin embargo, el mercado ofrece multitud de opciones para que cada persona cuente por su propio estilo personal. ¡Como para no enamorarse de esta prenda!